Nuestra amada casa
Estoy quitando todo lo que pusimos juntos,
con tanto afán entonces, en nuestra casa nueva
y ahora el reloj marca, y en este desayuno,
parece que dijera, no dejes que me muera,
el té refleja un mundo de bolsos y valijas,
y cada sorba acerca la dura despedida.
Desnudas las paredes, otoñan sin remedio,
y se deshoja entera la casa de recuerdos.
Y así vamos guardando pedazos de la vida,
y con las caracolas se van viejas heridas,
y en cada libro abierto, tu corazón que late
poemas que escribimos los dos en cualquier parte.
La hebilla de tu pelo que nace tras el piano
mi vieja tabaquera otra vez en mis manos.
Estoy quitando todo lo que pusimos juntos,
con tanto afán entonces en nuestra amada casa.
Estoy quitando todo de nuestra amada casa.
Estoy quitando todo de nuestra amada casa.