Hubo hombres que se hicieron a la vida
como quien en un chinchorro se hace al mar,
en pequeños botecitos de colores
afrontaron su terrible tempestad;
con sus sueños fabricaron flotadores,
salvavidas, remos, velas y un timón,
pero el viento derribó las ilusiones
y empezaron otra vez la construcción.
Martillando con su propia sangre esperan
terminar, antes que despierte EL DRAGON.
Si queremos empezar
a construir la paz
un ladrillo hay que llevar;
una flor un corazón,
una porción de sol,
y estas ganas de vivir...
La colina hay que subir,
nada es sencillo aquí,
y ante todo está EL DRAGON
con su fuego intentará
parar la construcción
pero habrá una solución
Una flor un corazón,
una porción de sol,
y estas ganas de vivir...
Una flor un corazón,
una porción de sol,
y estas ganas de vivir...