Sobre los campos apenas riela
la luna apenas se mece el mar
del afrechillo plumoso apenas
pasa la brisa para el cardal.
Y entre coronas de tulipanes
azules pasa brumoso un pez
de niebla al fondo los arrayanes
acurrucados en su vejez
guardan un nido de golondrinas
y tú cocinas mi padecer.
Ay, vamos a ver
cómo se incendia el amanecer.
Ay, vamos mujer
que tu pollera es un cielo en pie.
Y sobre el vientre de las calandrias
dibuja el cielo una espiga gris,
y en los corrales despunta el alba,
su aroma a parva y yo junto a ti.
Y el horizonte se muda al rojo,
y es un despojo de sangre el sol,
acurrucándose entre los bajos
despierta un zorro bajo el calor,
el campo entero es un verde tajo
cuchillo a fondo en mi corazón.
Ay, vamos a ver
cómo se incendia el amanecer.
Ay, vamos mujer
que tu pollera es un cielo en pie.