Si alguna vez has visto atardecer
cuando la voz del viento
es como un pequeño sin hogar
llorando tras el trebolar.
Si has visto al sol caer tras el pinar,
ardiendo como un tronco en el mar,
y entre las sombras sin querer
lloraste en un atardecer,
es que has amado alguna vez
como amo yo su desnudez.
Como amo yo.