Las aguas pasan y al pasar,
besan mis pies y sin pensar;
pienso en mi madre y pienso en ti.
Este es tu niño, tu gorrión,
el que cantaba tu canción;
recuérdame, recuérdalo.
Es que de pronto amanecí con largas alas y volé
sobre los álamos y el mar y las agujas del pinar
dejé sangrando el corazón, ayúdame, ayúdame, ayúdame.
El puente sueña navegar,
barco de piedra, añora el mar;
yo pienso en ti, yo pienso en ti.
Las aguas bajan y se van,
con mis deseos de volver,
pero es de piedra mi canción.