¡Vente, amigo!, vamos a ver
al hombre nuevo que va a nacer.
El valor y la fortuna
se pelearán por abrirle la cuna.
Es tan vivo y tan gracioso
que no te acuerdas de ver si es hermoso.
¡Vente, niño!, vamos a ver
a este sol nuevo que quiere nacer.
Vente a ver cómo ha brotado
la llama viva del fuego apagado.
Llorará sin fundamento
y se le olvida cuando está contento.
No comprende el churumbel,
pero tampoco nosotros a él.
¡Vente, prima!, vamos a ver
la luna nueva que empieza a crecer.
Vente a ver como ha salido
la rama fresca del árbol partido.
No podrá ver el futuro,
pero sabrá vivir inseguro.
Será igual que otro cualquiera
pero a su estilo y a su manera.
¡Vente, amigo!, vamos a ver
la fuente clara que rompe a correr.
¡Vente, amigo!, vamos a ver
si el hombre nuevo pudiera nacer