Abre la puerta, Teresita,
ábremela, flor de lis,
que soy aquel don Francisco,
a quien tu solías abrir.
Al abrirle la cancela,
un soplo le da al candil.
La cogido de la manó
la lleva por el jardín,
Vamos a rezar un credo,
un credo por ti y por mi,
Al decir su unico hijo,
uña puñalada le di.