Lánguidos ojos,
del violín de otoño,
con larga queja,
en machacón día paso,
mi corazón desmadeja.
Pálido, pálido,
me ahogo ya,
si acaso la hora suena,
pienso en lo que, un tiempo fue
y lloro de negra pena.
Y me hecho al,
a la luz del mal,
que le vendaval de mi puerta,
me arroje allá, me arrastre acá,
igual, lala, hoja muerta.
Lánguidos ojos,
del violín de otoño,
con larga queja,
en machacón día paso,
mi corazón desmadeja.