Y tú que te creías,
el rey de todo el mundo,
y tú que nunca fuiste,
capaz de perdonar.
Y cruel y despiadado,
de todo te reías,
hoy imploras cariño,
aunque sea por piedad.
A donde está tú orgullo,
a donde está el coraje,
porque hoy que estás vencido,
méndigas caridad.
Ya vés que no es lo mismo,
amar que ser amado,
hoy que estás acabado,
que lástima me dás.
Máldito corazón,
me alegro que ahora sufras,
que llores y te humilles,
ante éste gran amor.
La vida es la ruleta,
en que apostámos todos,
a tí te había tocado,
nomás la de ganar.
Pero hoy tú buena suerte,
la espalda te ha volteado,
!falláste corazón!,
no vuelvas a apostar.
Autor: Refugio (Cuco) Sánchez.