En un papel,
que de una cesta he recogido,
pongo éstas letras
dedicadas a mí madre.
Como estoy preso,
no tengo pluma ni lápiz,
por eso escribo
con la tinta de mí sangre.
Tal vez partiste
de éste mundo traicionero,
o algo muy grave
te ha impedido visitarme.
Solo una cosa
dá valor a mi existencia,
su bendición
que donde quiera ha de alcanzarme.
Hay gente buena,
que aunque pobre es respetada,
otros tan ricos que podrían comprar los mares,
más a un mendigo si le falta en éste mundo,
la bendición y las caricias de una madre.
(puente musical)
Como el destino,
de ésta carta desconozco,
tal vez jamás llegue a las manos
de mi madre.
Yo les suplico
me perdonen si no firmo,
pues desconozco el apellido
de mi padre.
Hay gente buena,
que aunque pobre es respetada,
otros tan ricos que podrían comprar los mares,
más a un mendigo si le falta en éste mundo,
la bendición y las caricias de una madre..