Le pedí que se quedara,
que de mí no se alejara,
le rogué que no se fuera,
pero siempre se marchó.
Sin motivo, ni razones,
ni mediar explicaciones,
me dijo que ya era tarde,
para hablar de nuestro amor.
Ní siquiera por despecho,
o por simple cortesía,
un adiós que le pedía,
hasta eso me negó.
Y me miró con despecho,
reprochándome de necia,
enseguida se marchó,
a pesar de que sabía,
que sin el me moriría,
y el amor que antes le daba,
esta vez no le importó.
(puente musical)
Ní siquiera por despecho,
o por simple cortesía,
un adiós que le pedía,
hasta eso me negó.
Y me miró con despecho,
reprochándome de necia,
enseguida se marchó,
a pesar de que sabía,
que sin el me moriría,
y el amor que antes le daba,
esta vez no le importó.
Le pedí que se quedara ...
¡Pero siempre se marchó!.