Sonora querida,
tierra consentida,
de dicha y placer.
Extraño tu suelo,
y cifro mí anhelo,
por volverte a ver.
Tus lindas mujeres,
encienden quereres,
son hembras de amor.
Tienen negros ojos,
y labios tan rojos,
que son un primor.
Cuando otra vez vea,
a mí Cananea,
feliz yo seré.
Aquel Bacatete,
donde el diecisiete,
yo me pronuncié.
oh Guaymas hermoso,
puerto delicioso,
en donde encontré.
a una encantadora,
hija de Sonora,
a la que adoré.
(puente musical)
Cajeme tan rico,
donde hasta le mas chico,
gasta su tostón.
Publito tan manso,
frijol y garbanzo,
le diste a Obregón.
Tan lindo Hermosillo,
pueblito sencillo,
en donde yo viví.
Las noches aquellas,
tan claras y bellas,
que están siempre en mí.
Nogales frontera,
por donde quisiera,
a mí pueblo volver.
Frontera querida,
yo diera mi vida,
por volverte a ver.
Adiós mi Sonora,
donde el bacanora,
enciende pasión.
Tierra idolatrada,
será venerada,
por mi corazón.
Autor: Jesús Castell