Matar al que estira la alfombra roja.
Clavel o rosa, la reina es-coja.
Parar al motorista que abre paso
y darle en los dientes con el culo de un vaso.
Romperle el cuello a la niña de las flores,
tirarla a la basura con todos los honores.
Cogerle la batuta al jefe de la banda
y clavársela en un ojo al baranda.
Yo quiero ser el Califa en lugar del Califa.
Yo quiero ser el Califa en lugar del Califa.
Magnicidio. Magnicidio.
Todo el mundo sabe que las balas
fabricadas en Dallas no son tan malas.
Alcaldes, obispos, jueces y ministros
son buenos blancos desde el cuarto piso.
Mira telescópica, patada en la cabeza,
elige el método en función de la pieza.
¿Tú también, hijo mío?
Puedes dedicarte al magnicidio.
Yo quiero ser el Califa en lugar del Califa.
Yo quiero ser el Califa en lugar del Califa.
Magnicidio. Magnicidio.
Si caen dos de la misma familia
puntúa el doble y ganas la partida.
Indira Gandhi y su hijo Rajib
no pagaban a la escolta y tuvieron que morir.
Si tienes a Dios de tu lado
saldrás ileso de cualquier atentado.
Mira el Papa, van dos veces,
y sigue repartiendo panes y peces.
Ser Gran Visir no es suficiente,
mejor ser Califa o Presidente.
Este deporte no es arriesgado,
matar a Lennon no fué complicado.
En Palermo te podrás matricular
en un curso con señuelos de verdad.
Sé buen alumno, intenta aprobar,
vuelve a casa por Navidad.
Yo quiero ser el Califa en lugar del Califa.
Yo quiero ser el Califa en lugar del Califa.
Magnicidio. Magnicidio..