Echan abajo, la puerta de mi casa
un martes de invierno, de madrugada
entran cinco tipos con pasamontañas
militares camuflados, que me sacan de la cama
a patadas, culetazos y golpes
me empujan a la calle, y me meten en un coche
no se que ha pasado, estoy aturdido
todo es confuso, no sé a donde me llevan
me sangra la nariz, me duele la cabeza
no puedo respirar, me estoy asfixiando
voy en un coche, encerrado
y me temo lo peor, prefiero no decirlo
acaba de pasarme lo que a tantos amigos
la contrainsurgencia me ha detenido
y solo soy uno más, otro desaparecido
porque voy, en el maletero de un falcon negro
porque voy, en el maletero de un falcon negro
Las manos atadas, los ojos vendados
sudor frío, sangre y miedo
era cierto, era verdad
lo que se rumoreaba en la universidad
los militares nos van eliminando
uno a uno después de secuestrarnos
pero en este momento, prefiero no pensar
en a donde me llevan ni en que me va a pasar
porque como se cumpla lo que nos contaron
sobre centros de tortura camuflados
se que solo soy, como sospecho
un cordero camino del matadero
y sigo aquí encerrado en este maletero
viajando hacia el horror, temiendo lo peor
y sabiendo, que estoy entrando
en un túnel oscuro, del que no se sale nunca
y del que nada se sabe, ni se sabrá
quien fue mi verdugo, quien me va a matar
porque voy, en el maletero de un falcon negro
porque voy, en el maletero de un falcon negro
Las manos atadas, los ojos vendados
sudor frío, sangre y miedo
el estado se perdona a si mismo
y sus errores, los hace colectivos
obediencia debida, punto final
¿es que nadie es culpable de lo que me va a pasar?
yo os exijo, que hagais justicia
y que nunca les dejeis, echarme tierra encima
la historia es cruel, la historia olvida
acuerdate de mi para que no se repita
porque voy, en el maletero de un falcon negro
porque voy, en el maletero de un falcon negro
las manos atadas, los ojos vendados
sudor frío, sangre y mied.