De tu boca


De tu boca caramelos
brotan cuando hablas,
dulce néctar
de rosas y de aguas.
Cuando me besas,
el cerrojo de mi alma
tus labios sellan,
prisionero…,
esclavo de tu boca,
condenado a perder la calma,
condenado a perder el miedo.
Yo guardo tus besos
en una hucha de melancolía,
y guardo a que llegue el día
en el que tú me faltes.
Un día de esos
en los que todo llora,
e ilesos, al romperla,
vuelvas a mí
en forma de besos.
Yo guardo tu mirada
en la retina de mi alma,
y espero, oh nostalgia,
de tu boca…, caramelos.