La del Veinte


Yo aquí, la del veinte la de corazón invidente,
la cruda y fría que aparentemente sonríe,
sutil… cínicamente.
¡Yo! la que mira al cielo y le miente,
le dice que es un buen día y ¡miente!
No es así como se siente el Sol
contrasta con su vida, claridad
aparente lo que queda del día.
Mientras sonríe… sutilmente.
Yo, la del veinte, la que a través
de su ventana indiferente, de noche siente.
Ve flexos incandescentes a través
de ventanas frentes, luces ardientes que
esconden corazones adolescentes,
ve y ve y no sabe lo que siente.
Yo, la del veinte, de mirada vacía y fuerte,
cree que el mundo le sonríe sutil,
indiferente; que la noche la envuelve
para traerle un oscuro día,
cree que la vida la crece, la hace fuerte;
la golpea y besa, no la deja indiferente.
Le espera un oscuro día. Solamente vida.