El Príncipe de la Dulce Pena (Parte I)


La tristeza es mi sangre,
y a su vera, mi vena,
donde mora de pena,
donde muere de hambre.
Hambre y melancolía
de que la luna esté llena
de amoríos y alegrías,
soy el Príncipe de la Dulce Pena.
Un beso es donde tú terminas,
y un abrazo tuyo, mi abrigo.
Tu boca donde allí germina
mi delirio y mi muerte… si es contigo.