En la boca del lobo estamos solos
y entre sus dientes ya sabes lo que se siente
tan gastado como el viejo terciopelo
arrugado y olvidado en el fondo del ropero.
Si no encuentras un papel para ti en esta comedia,
si el nombre de tu dolor no viene en la enciclopedia
y detestas el olor a verbena bulliciosa
y elegiste una existencia solitaria y peligrosa.
Aún te debo una canción que no pude componer
por las cosas que no hiciste pero que quisiste hacer
ahora veo tu ventana con las luces apagadas
ya del mundo de ayer no queda nada.
No, ya no sabes a dónde vas, pero qué difícil es volver atrás...
No, no sabes a dónde vas.
Si te fuiste y te olvidaste de darme un beso en la frente
si no te sientes culpable pero tan poco inocente
y si llevas en tu cuerpo turbulencias adheridas
si no hay billete de vuelta y el viaje es sólo de ida.
Los días de los poetas están muertos y enterrados
si tu traje y tu camisa se quedaron desfasados
pero estás acostumbrado al sabor de la derrota
y querés beber la vida pero la copa está rota.
Aún te debo una canción, la canción de despedida
si tu fama de canalla la tenés bien merecida
ahora veo tu ventana con las luces apagadas
ya del mundo de ayer no queda nada.
No, ya no sabes a dónde vas, pero qué difícil es
volver atrás...
No, no sabes a dónde vas.
Ahora veo tu ventana con las luces apagadas
ya del mundo de ayer no queda nada.
No, ya no sabes a dónde vas, pero qué difícil
es seguir mirando atrás...
No, no sabes a dónde vas...