El tiene su vaso,
parece que mira
sin ver nada a su alrededor.
Mueve la cabeza
asombrado te escucha
y piensa: “ no sé ni donde estoy “
No puede quitarse de encima el agobio
esa maldita sensación,
de ser siempre el último mono del circo
el que cierra la clasificación.
El humo prohibido le ofrece un espacio
por donde sentirse mejor.
Si alguna vez oyes hablar de mí
espero que sea para ponerme a parir.
Si alguna vez oyes hablar de mí
espero que sea para ponerme a parir.
Un beso furtivo
y de postre se pide mil hojas de conversación.
Un paro acordado por el sindicato
de déjame ser como soy,
la respuesta continua de los empresarios
que quieren tener el control.
La lucha inmediata que anuncia batallas,
vieja y nueva generación,
el verbo que nunca a servido a los nuevos
le pasa el testigo a la acción.
Si alguna vez oyes hablar de mí
espero que sea para ponerme a parir.
Si alguna vez oyes hablar de mí
espero que sea para ponerme a parir.