EL VIEJO RESINA
Un viejo amigo me dijo una vez,
mientras dormía tranquilamente entre sus ramas,
no pares nunca de correr y si tropiezas
maldice y acostúmbrate a vivir con tu torpeza.
Que lo importante es no mirar atrás aunque te llamen
y no fijarte en lo que hace el que va delante.
Hay que estar donde crecen las aguas,
y aprovechar, que nadie regala nada.
Debes soñar porque sólo los muertos
se conforman con lo que hay, nada más cierto.
Tal vez el bosque te de miedo por las noches,
cierra los ojos y escucha bien lo que te dice,
que no estás solo y que siempre eres bienvenido,
aunque puedas pensar que si no hay gente estás vendido.
Puedes llorar pidiendo que se haga de día,
o arroparte en su hierba que no hay mejor compañía.
Hay que estar donde crecen las aguas,
y aprovechar, que nadie regala nada.
Debes soñar porque sólo los muertos
se conforman con lo que hay, nada más cierto.
Un viejo amigo me dijo una vez,
mientras dormía tranquilamente entre sus ramas,
no pares nunca de correr y si tropiezas
maldice y acostúmbrate a vivir con tu torpeza.
Que puedo darte que no llores,
mi viejo resina,
si donde plantan brea,
todo, todo se termina.
Hay que estar donde crecen las aguas,
y aprovechar, que nadie regala nada.
Debes soñar porque sólo los muertos
se conforman con lo que hay, nada más cierto.