Después de tantos fracasos
estoy orgulloso de mí mismo,
de los pensamientos más violentos,
que rebosan del retrete,
de mi culpa cristiana,
tal vez soy un parásito,
pero no soy una puta
en la calle de la vida.
Mejor un día de león
que un genérico engranaje,
mejor ser vendaval
que un patético payaso,
podría ser terrorista,
un mercenario muy bien pagado.
¡Basta con ser el protagonista
de este momento presente sin aliento!
Después de tantos sentimientos
odio a todas las personas,
los vecinos y hasta los parientes,
los mendigos en la estación,
sobretodo ciertas ratas
con los títulos de la bolsa,
que tienen corazones como lobos
y el culo en una mordaza.
Menos mal que mi interés
por el mundo es relativo,
no me lleno de pastillas
para mantenerme vivo
pongo el tiempo en un sobre
cancelando el antes y el después;
¡Porque de protagonista
hace años que vivo ya sin intención!
Me importa un comino si soy egoísta,
pero de noche tengo miedo de mí;
¡Mejor ser un protagonista
que un fracasado fantasma de sí mismo!
Después de tanto sufrimiento
he encontrado mi paz
en la verdadera indiferencia
de un Nirvana a contraluz,
es un caer en picado,
desaparecer finalmente
de esta pesadilla refrita
de la facha del perdedor.
No se muere en la vida,
casi nunca en el momento justo,
pero no quisiera verla acabada
antes de probarle el gusto,
tal vez soy un aprendiz,
pero lo admito mientras jodo;
¡Como el halcón más idealista
mi corazón vuela alto sin intención!
Me importa un comino cuánto me cuesta,
pero tengo una maleta de sueños conmigo;
¡Mejor ser un protagonista
que perseguir una joya que no está!
Me importa un comino vuestros millones,
es lo asqueroso de esta realidad,
pero sobre el árbol de mis recuerdos
crece aún la necesidad de mí,
de mi identidad.
Encerrado aquí entre cuatro muros
recompongo mi vida,
corrigiendo el texto
de su comedia vacía,
para salir a decir basta
y amar antes o después;
¡Porqué por protagonista
moriré sin un objetivo!
¡Moriré sin un objetivo!.