El asustado cielo tiene prisionera
a la loca Luna entre las manos.
Hasta que mi voz te llegue,
no permitiré siquiera la visita del amanecer.
Todas tus palabras son...
Todas tus acciones son...
Para mí, todavía son demasiado fugaces
No hay nada que toque mis manos estiradas.
Cambié fríos besos contigo.
No importa cuantas veces grite tu nombre.
Nadie será capaz de borrar la tristeza acumulada.
Aunque este encuentro tiemble dentro de los errores
y los hirientes crímenes,
Todos mis pensamientos son...
Todo mi corazón es...
Todavía no soy capaz de olvidarte
Tú amabas el cielo del amanecer,
y al final me mostrabas lágrimas.
Sujeta por la luz, me enseñabas
como eras justo entonces
Nadie puede detener una tristeza que aumenta.
Hasta el final cae, más profundo,
pues no importa cuan doloroso sea, no podemos dejarlo ir.
Hasta que mi cuerpo se pudra, nadie puede borrarlo
Tú, que eres solo mía, elévate hacia el cielo,
abrazada por la Tierra teñida en una sombra plateada.
Algún día si alzo la vista, estarás sonriendo.
Algún día, volveremos a salir en ese cielo.