No hay nadie en esta pequeña plaza
aún nos recuerdo a los dos
me pregunto si él sabía
lo que nos atrajo el uno al otro...
mirándonos fijamente con fugaces miradas
él estaba sonriendo amablemente
cada vez que me daba cuenta de su señal...
y ni siquiera se intercambiaron las palabras
ahora, el fantasma como de un sueño está dentro de mis recuerdos
como las apariencias de aquellos tiempos se han desvanecido.