Principado de Mónaco, mi país,
¡Oh! cómo Dios es pródigo contigo.
un cielo siempre claro, siempre florecientes las costas,
su soberano es mejor que un rey,
su soberano mejor que un rey.
Orgullosos compañeros de la Guardia Civil,
escuchemos la voz del Comendador.
Sigamos siempre a la antigua bandera.
Los tambores repican, marchemos,
los tambores repican, marchemos.
Sí, Mónaco siempre ha tenido valientes hombres.
nosotros somos sus dignos descendientes.
nunca fuimos esclavos,
y lejos mantuvimos a los tiranos,
y lejos mantuvimos a los tiranos.
Nombremos la clemencia del Príncipe
que se repite en miles y miles de canciones.
Moriremos en su defensa,
pero después de nosotros, nuestros hijos lucharán,
pero después de nosotros, nuestros hijos lucharán..