Contrabandistas contra aduanales


(Ahí les va la historia de unos contrabandistas de parque
Que toparon en hueso, pos se encontraron a los aduanales)

La noche del 3 de Marzo, y en un albazo,
Corriendo año 22, oiga fueron 2
Los empleados aduanales y los rurales
Los que fueron desarmados,

El general Elizondo por lo más hondo
Del rio se ha pasado del otro lado
Para venirse a montar y también armar
Con los empleados del vado

Llegaron a la garita, muy silencita
La gente asaltadora, y en mala hora
Hallaron a 2 empleados, muy encerrados
Menos, a la celadora

(Y es que, entre los contrabandistas venia “El tuerto”
Tenia un solo ojo, pero era bisbirinto,
Pata ancha, muy andado, y la muchachita
Pues era pie chiquito, muy livianita
No, se la comió, no volvieron a saber de ella)

Marcelo Hinojosa grita, vayan ahorita
Y hablarle a Pablo González, y sus chacales
Díganle que se levanten, inmediatamente
Y le hable a Tomas González

Pablo y sus compañeros, se dirigieron
A darle parte a la aduana, de buena gana
Se encontraron con un cabo, tan bien mondado
Y a la una de la mañana

(Que anda haciendo mi cabo, esta de servicio
No, estoy franco,
Anda, ya te olí, andas borracho, es lo que tienes
Con razón te dicen “El caton”, agarras la botella
Y te quedas pegado,
Déjenlo muchachos, síganme los buenos)

En la travesía que echaron, ahí encontraron
La huella del atajito, y al trotecito
Los siguieron sin parase y hasta encontrarse
En el rancho “El Arbolito”

En aquel fuerte agarrón, grita Faraón,
Diciéndoles muy horondo, yo no me escondo
Y aquí yo voy a pelearles, hasta sacarles
Al general Elizondo

Le dejo mi despedida, al que me la pida
Pa’ darla yo no me tardo, y aquí lo aguardo
Y aquí se acaba cantando, no digo cuando
Los versos de este resguardo.