Pobre CuCú
tienes que estar
siempre marcando
siempre cantando
en un mismo lugar.
Pobre CuCú
debes de dar
siempre la hora
de día y de noche
siempre sin descansar.
Mientras adentro del reloj
las ruedesillas, al girar,
con sus dientes de metal
muerden el tiempo sin cesar.
Pobre CuCú
tienes que estar
siempre saliendo
siempre entrando
¡y sin poder volar!
Pobre CuCú
para cantar
sales nervioso
y sin reposo
vuelves a penetrar.
En tu prisión
pobre CuCú
con amargura
vives a oscuras
lejos del cielo azul.
Dentro del viejo gran reloj
largo el tiempo debe ser
sin tener más distracción
que cumplir con tu deber.
Pobre CuCú
tienes que estar
siempre saliendo
siempre entrando
¡y sin poder volar!.