Snap y Pop viajan
por mi vaso de leche.
Su amiga tiene la piel
tan blanca que transparenta
sus venas, sus venas.
Ellos pueden bucear
siempre por ellas
podrían ahogarse en ellas,
en ellas.
Y mi cabeza
se empeña en hacerme recordar
lo mal que lo hice todo ayer.
Snap y Pop
han dejado ya de hablar
no dicen nada
o no oigo nada.
Nunca he querido construir
nada que sepa
que va a acabarse por romper.
Como no puedo pensar
igual que ayer
hoy he pensado en dejar de pensar
y no pensar.
Porque esta mañana
todas las piezas están
encima de la mesa
y yo sé que encajan
unas con otras.
Pero como no sé bien
por dónde empezar
hoy he pensado en dejarlo estar
y no empezar,
y no empezar....