La vi en una portada de revista,
digamos que fue por casualidad,
yo nunca solía andar donde los puestos muestran
fotos de las chicas que se dejan retratar.
Volteé y me coqueteó con la mirada,
con su risa leve se me insinuó,
con su hombro levantaba un negligé de color:
la playmate de febrero de mi amor.
Recuerdo que estaba cohibido
al darle al individuo
el pago del prohibido magazine,
qué es lo que va pensar la gente
cuando me vean pasearla sonriente muchacha
que he comprado para mí.
Al llegar a mi casa cerré bien las puertas
y abrí las hojas con curiosidad,
y entonces Miss Febrero simplemente
fue Juliette para mí, la tuve ahí con sombrerito,
medias blancas y unos guantes de encaje, mmmmm!!
mirando mi rubor desde un sofá.
Supe que era feliz y era soltera,
que piensa que un gimnasio con jacuzzi es mejor,
que le encanta la paz y todo lo demás
y que no ha conocido el amor jamás.
Envié mensajes obsesivos a los treinta ejecutivos
que emiten la feliz publicación,
y me contestó una tarjeta que ella
era tan discreta que olvidó dejar su dirección.
No pude hallar a Miss Febrero nunca
y estuve enfermo de desilusión
pero llegó el consuelo hasta mi herido corazón
con la Miss Marzo, mi segundo amor!
Vino Miss Julio y vino Miss Agosto,
me gustó Miss Noviembre, cierta chica oriental,
Miss Diciembre, holandesa, me paraba de cabeza
¡me fui volviendo internacional!
¡Oh! Yo no soy aficionado a las revistas,
prefiero selección que variedad,
Sólo corsetería francesa, blanca pero creo que me conformaría
una chica de verdad ¡ajá!.