No vale la pena llorar si no tengo
aquello que un día me dieron sus besos
he de reconocer que quiero pero no puedo
y hoy por hoy, los echo de menos.
No vale la pensa seguir insistiendo
siento que estoy malgastando mi tiempo
hablar con la pared o el muro de los lamentos.
O luchar contra molinos gigantes de viento.
No vale la pensa vivir de recuerdos
quedarse sentado en la silla esperando
que cambien los tiempos
prefiero cambiarlos
Mirar adelante y buscar un instante
para abrir la puerta y salir a buscarle
me estará esperando
porque nunca es tarde.
Porque nunca es tarde.