En la puerta algo crujió,
y de este lado quedó abierta
tú figura me bastó
para quedar un poco inquieta
y por la noche me vino otra vez, la idiotez
casi olvido el sentido de ser dos.
Y nadie nos vio en el callejón, refugiándonos
cuando amanecía, la luna y el sol.
No sé quien fue que negó,
por tres veces su propia vida
que nos pase algo mejor,
que quedarnos a escondidas
y cuando siento el silencio al pensar en los demás
siento casi todo el ruido que me das.
Y nadie nos vio en el callejón, refugiándonos o
tra noche mas quería yo.
Y nadie nos vio, nadie nos vio jugando al amor
cuando amanecía.