Que inmenso y triste es el silencio,
cuando camino
y que lejanos mis recuerdos
mis juegos más antiguos.
Que eterna fue mi adolescencia,
y mis domingos.
Que magia tenía conversar
con mi mejor amigo.
Que hermoso es saber
que aún estas cerca mío,
muchas gracias por ser
mi mejor amigo.
Mis preguntas sin resolver,
mis frases sin sentido,
me has ayudado ha devolver
la fe que había perdido.
Entre galletas y café,
bajones y amoríos
jugábamos a aconsejarnos
de amigo a amigo.
Que hermoso es saber
que aún estas cerca mío,
muchas gracias por ser
mi mejor amigo..