Tú que todo lo puedes Padre mío,
que eres dueño del mundo e infinito
ayúdame a encontrar un amor bueno
para depositarlo ante tu seno.
Tú que has sido el más grande peregrino
permíteme seguir por tu camino.
Permíteme sufrir como has sufrido
para poder ser digno de tu cielo.
Enséñame a querer como tú quieres
con toda la bondad que tú posees.
Y así cuando me mandes el amor que yo te pido
lo voy a hacer feliz con un cariño al tuyo parecido.
Enséñame a querer como tú quieres
con toda la bondad que tú posees.
Y así cuando me mandes el amor que yo te pido
lo voy a hacer feliz con un cariño al tuyo parecido.