Como estaba ahí Dios,
estuve yo también
ante el desfile de las inclemencias,
contemplando tanta miseria,
y yo pensé pa‘ mis adentros,
puta que tiene paciencia.
Como tener tanto poder
y permitir que esto pueda suceder,
será, tal ver, que quiera saber,
cuanto aguanta el hombre a través de la fe.
Como estaba ahí Dios,
estuve yo también.
Como tener tanto poder
y permitir tanta inconciencia,
de la mayoría raza humana,
juro que hasta me da vergüenza.
Como estaba ahí Dios,
estuve yo también.
Pues claro está que ellos son más,
dueños de su libre albedrío,
van tejiendo su propio destino,
y estan llenos de maldad,
y para mierda es el mundo que va ahora.
Como estaba ahí Dios,
estuve yo también,
pero cuanto tiempo más pasará,
no lo sé, no lo sé, no lo sé,
juro por Dios que no lo sé,
porque yo no aflojaré,
y solo Dios sabrá cuanto aguanta mi fé.
Como estaba ahí Dios,
estuve yo también.
Como estaba ahí Dios,
estuve yo también.
¡Como estaba ahí Dios!