Es la historia de un niño costalero
que dormía una noche en esta plaza
por la nana del "rajeo" sobre el suelo
de cuarenta y tantos pares de alpargatas.
A la voz de mis valientes costaleros,
en los pasos de mi abuelo despertaba,
era chico y escuche : ¡Con ella al cielo!
y los bellos se me volvieron escamas,
en el sitio de mi abuelo, mi padre la llevaba,
encallando los dientes, con el hombro caliente,
el capataz lo llamaba.
¡Venga valientes vamos con ella al cielo de verdad!
Y la música empezaba a sonar ¡A ésta es!
la llevaron a la puerta en volandas ¡Sobre los pies la quiero!
se escuchaba la voz del capataz ¡Menos pasito!
entre medio de los vivas y las palmas ¡Al cielo con ella!
uno dice : "Yo ya no puedo más" ¡Vamos valientes!
mientras llora el del cántaro del agua ¡Venga con ella al
cielo de verdad!
Repite el capataz ¡Vamos a dormirla!
y la mecen para caerle las lágrimas
y se secan los valientes los sudores en las mangas
y regresa la banda, con su toque "dormío", otra vez a la plaza.
Se hizo grande el niño costalero,
y volvian los cirios a la plaza,
a que el padre también se hizo viejo,
y buscaban costaleros "pa" llevarla.
Escuchaba los golpes de madero,
que pegaba el capataz cuando llamaba,
a la voz de mis valientes costaleros,
de mi padre y de mi abuelo me acordaba,
costalero yo era el niño que dormía en esta plaza
y por eso la llevo, hombro a hombro contigo, metete que nos llaman.
¡Vamos a ponernos que voy a llamar....a esta es!
Y la música empezaba a sonar ¡Esos costaleros buenos!
la llevaron a la puerta en volandas ¡Llevarsela a su hijo!
se escuchaba la voz del capataz ¡Izquierda alante derecha atras!
entre medio de los vivas y las palmas ¡Tengo los mejores
costaleros!
uno dice : "Yo ya no puedo más" ¡Vamos a echar el resto
en esta chicota!
mientras llora el del cántaro del agua ¡Venga con ella al
cielo de verdad!
Repite el capataz ¡Vamos a mecerla!
y la mecen para caerle las lágrimas
y se secan los valientes los sudores en las mangas
entre vivas y palmas, por una callejuela, ya se aleja la banda.
Ecos del Rocio.