La calle se me hace estrecha
con la alegría que tengo,
sin haberlo imaginado,
cariño mío, te encuentro.
Ir y venir luchando
por las cosas más queridas
si bien nos gastó las manos
nos deja abierta la vida.
Para qué seguir rodando
como la piedra al vacío,
yo aprendí que caminando
puedo conquistar lo mío.
Ahora, cariño mío,
con esta alegría inmesa
no me separo de ti
aunque la calle sea estrecha.