Allá, lejos, un día en el campo.
Allá, me encontré un sauce llorón.
Él me detuvo y me dijo así: "Nunca dejes de cantar".
Allá, lejos, un día en el campo.
Allá, me encontré un río azul.
Él me detuvo y me dijo así: "Nunca dejes de bailar".
Porque si quieres vivir contento,
tu vida compartirla,
debes tomarla como va.
Allá, lejos, un día en el campo.
Allá, me encontré un gran volcán.
Él me detuvo y me dijo así:
"Nunca dejes de reír".
Allá, lejos, un día en el campo.
Allá, me encontré un rosal sin flor.
Él me detuvo y me dijo así:
"Nunca dejes de amar".
Porque si quieres vivir contento,
tu vida compartirla,
debes tomarla como va.