Amar es amarrar, llegar a puerto;
unánime quietud, frondoso estar;
quedarse entreverado en el silencio de otro amar,
al par el cielo asilo de nocturna sin razón, caerse al otro igual.
Amar es no zarpar, echar el ancla;
dejar que todos partan sin partir;
cerrar esta impaciencia de quererse continuar,
dejar en desgobierno la urgencia del timón,
jugar a no olvidar.
Amar es en el mar desamarrar,
y el mar es con su orilla y su final,
y el viento es un retorno, un pasajero sin saber,
y amar es escapar en celestial navegación.
Huirse de morir, huirse de morir.
Por eso, amar es mar; hacerse mar;
caerse en el naufragio y navegar,
dejar que se te enciele la visión, maravillar,
olear enloquecido y proclamar la gestación,
quedarse sin decir.
Amar es amarillo amarillear,
hundirse en el segundo de vivir,
bogar de marinero en el secreto de parir,
abrir la transparencia en la ventana de un ciclón,
rozar el no abolir.
Amar es amistad en la contienda,
hacerse madrugada el existir,
vestirse de llamado en el oleaje de ultramar,
colmar de corazón en la vernal resurrección
Domar el porvenir, domar el porvenir..