Alcides.
Recuerdas hermano,
cuando tambaleando,
entraste a la Iglesia
pidiendo coñac.
Y te sorprendiste
cuando te dijeron,
que Dios te bendiga,
pasá por acá.
Alcides, te has equivocado de café.
Alcides, no precisas emborracharte más.
Has dejado la botella
y encontrado el camino del bien.
Que bueno mi hermano,
tu vida ha cambiado,
ya no eres el mismo
que otra vez se va.
Todos tus amigos
preguntan por ti,
no saben que Cristo
cambió tu existir.
Compras por el mundo
contando tu vida,
diciéndole a todos
cual es la verdad.
Pero nunca hermano,
te vas a olvidar
que entraste a una Iglesia
pensando en un bar..