Se enamoró de un río
del cristalino mirar
de sus ojos anfibios.
Se enamoró de un río
de la promesa final
de un descanso marino.
Y acarició la arena
y se abrazó a la espuma
del manantial
cabello de su hermosura.
Se enamoró de un río
de su pasado invernal
de sus troncos heridos.
Se enamoró de un río
de su presente fugaz
del remanso escondido.
Y acarició la arena
y se abrazó a la espuma
del manantial
cabello de su hermosura.
Y lo envolvió la corriente
con su torbellino blanco
y recibió entre los musgos
un masaje de guijarros.
Se enamoró de un río
del serpentino ritual
de sus pies coralinos.
Y acarició la arena
y se abrazó a la espuma
del manantial
cabello se su hermosura..