Los demonios sigilosos decorando mi agonía; la deserción del estallido;
los mares enfrentados; la ilusión insoportable; la ferocidad de esta quietud que inunda;
con la coraza hecha pedazos y la máscara en el piso caen también los muros,
hasta que el veneno vestido de sombra golpea en la mugre de tus miedos tatuándote el disfraz.
La mentira está servida, ahora el chiste se ríe de vos
¿Cómo me vas a matar, si ya estamos todos muertos?
Quiero arrancarme la piel; no soporto ser parte de mi mismo.
Virus trovador, cazador barrial de ilusiones clandestinas, dormir para mirar.
Engendré una soledad serena cargada de ausencias, de recuerdos inquietos, de cenizas...
alucinaciones, ruidos, fantasma insomne que apuñala mi desvelo; es un precipicio irremediable
No quiero ser tu mensajero, ni tus ojos, ni tu cuerpo, ni tu voz, no quiero ser tu antifaz
Las alas quemándose en la alfombra, los sueños inhalan fatalidad
¿Cómo te vas a defender, si el espejo delante de tus ojos no te deja ver?
No seamos actores de nuestras propias máscaras interpretando papeles de otros autores.