Diana


Diana para que sepas de mí
escribi tu nombre en la arena,
hasta que un hola te borre
y me regale tu ausencia.

Diana cuanto me cuesta decir que digo lo,
que antes no pude y hoy le perdi el miedo al miego,
y a veces quiero ser viento y que tu no lo supieras,
y cada noche a escondidas poderte besar, poderte besar.

Diana no creo en otra bandera que tu cuerpo sobre mi cama,
hablando con las estrellas ganando juntos batallas.

Diana grito en Santiago, perdido él mismo que llora por verte,
y me habla de aquellas noches cuando una vez fuimos héroes,
aunque tu no lo recuerdes.

Tu risa será mi llanto y no habrá mas que tu y yo,
y no habrá mas que tu y yo.

Diana porque te fuiste tan lejos,
no ves que apenas recuerdo lo que es la felicidad.

Diana el día de tu partida, de pronto se fue la vida,
rompió una ola en el mar.

Diana de nada sirven los libros sino hablan de tí,
Diana, estoy tranquilo y más viejo,
sigo escribiendo en la arena
hasta que quieras volver, hasta que quieras volver.