Historias de vinagres y de mieles
historias que muchos envidian
para adorno de sus experiencias
historias donde la ironía brota
de los ojos como risa
esta es la realidad.
Pendejas que destilan
jugo de ajeno en las miradas
juegan con el hígado amargo... corazón
te pegan con la emoción
del latigazo y del beso
rostros que saben de la ciencia del rasguño preverso.
Ese hombre
no era hombre
no tenía miedo..