Salieron de mañana, cada uno con su rollo
tirando hastío y pena en un tren la vida va
entre cuero y utopía soltaron la confesión
la cabeza decía basta y era bueno irse de ahí.
Tallando madera al sur pagaron dos años la pensión
cuando no dió para más la montaña los llamó
la ciudad hizo la trampa, bar, gin y buen humor
un gigante armado azul al salir los madrugó.
Tiro fatal del diablo, rueda un alma en el rincón
la otra forcejea y roba el arma, cae el gigante de nariz
brilla inútil la venganza su muerte no trae lo que robó
del par queda uno solo y los viajes son de a dos
el miedo infla el pulmón, entró al cuarto y se reía
un boleto fatal los juntaría por allá
pegados a mi alma, como antes
me mandan señales y yo sé que están acá,
y yo sé que están acá..