Que se detengan el viento y la luz.
Que calle el silencio, que hable el dolor.
Que se ha muerto de paz... el amor.
Que se lacen muros de libertad.
Que se asesine para evitar
que seamos distintos; llora Alá.
Que cese la voz de un fusil que una vida se llevó.
Y que el dios de la guerra
se convierta en barro
y que se vaya a la mierda.
Y nació un nuevo dios
Un dios de los pobres, un dios de verdad,
donde la libertad no sea eslogan:
¡sea verdad!
La guerra solo hay que hacerla en la cama
y el amor donde a ti te dé la gana
y como un huracán, te sentirás vivo.
Que pare la angustia, pues oigo llorar
al viento de oriente por no ser igual.
Que alguien venga a evitar que siga el saqueo.
El oro negro es poder.
Y nació un nuevo dios
Un dios de los pobres, un dios de verdad,
donde la libertad no sea eslogan:
¡sea verdad!
Y brilló un nuevo sol
que asesinaba con besos el mal
y un oasis surgió donde alguien
perdió su fusil.