Cuando nombro la poesía, nombro al hombre
a dos viejos zapatos y a Carlota
y a un odio terrible por la bota
mal parida y mal nacida en septentrión
Cuando nombro la poesía, nombro al hombre
a dos versos en los pechos de mi madre
a un primer cigarrillo de estudiante
y a un borracho tambaleándose en la calle
No todos los domingos son
para el descanso, no son
y en un domingo un ave nuestra
y hermosa, se marchó
y yo sentí los tremendos aletazos
en el frío plenilunio del dolor
Nombro a Whitman,
a Neruda y a Vallejo
y al verso escrito
en la pared de una prisión
nombro a un río preñado de canoas
la traicionada poesía de Andrés Eloy
nombro a un río preñado de canoas
la traicionada poesía de Andrés Eloy
Nombro a Rafael Alberti y su poesía marinera
nombro a Hernández y a García Lorca
y al humano Evangelio de Ernesto Cardenal
nombro a Gabriela, la de Chile
y al verso sencillo de Martí
nombro al ave que nos trae un parabién
los nombro a todos cuando le canto a la vida
y a la morena poesía de Guillén
Cuando nombro la poesía, nombro al hombre
corazón solidario mano amigable
cuando la nombro
también me aturdo y lloro
por nuestro principal
recurso natural no renovable
Cuando nombro la poesía, nombro al hombre
a Soledad con su ramo de rosas
y a un vuelo triunfal de mariposas
sobre un pueblo que canta en Sol Mayor
sobre un pueblo que canta en Sol Mayor
Nombro a la piel florecida de mi tierra
y a la paz sustentada en el arado
nombro al camino donde duerme la esperanza
y a la espiga besada por un viento latinoamericano