Fui ladròn de caminos tal vez y no me arrepiento, sabés.
Dije mi verdad en su momento, sin miedo a caer.
Fui ladrón de caminos, tal vez.
La Historia de esta tierra me marcó en la piel
como el látigo a un buey.
¿Cuántos mártires bajo la tierra cayeron en su ley?
¿Cuántos màs?
Y en 1870 el destino se torció y sigue torcido hasta hoy.
Tanta sangre derramada no ha servido para nada
si la Historia la escribió el vencedor.
Yo soy el indio que la conquista no mató,
el mensú que jamás se esclavizó.
El obrero rebelado, el campesino levantado en insurrección.
Sangrando explotación.
Ahora sólo hay un gran silencio,
impotencia de una nación y un pueblo con un ancestral dolor.
¿Cuántos mártires bajo la tierra cayeron en su ley?
¿Cuántos màs tendremos que perder? .