Llora mi nena por no saber olvidar,
ya no rie ni baila
Entro y la encuentro en el rincón más oscuro
y me hace un nudo en la garganta;
la miro y le digo ya tienes que aprender a olvidar
todo lo malo que nos pasa
Pero una vez mas retruca sin dudar:
es que a veces el olvido se olvida de olvidar
Y ya no importa lo que pueda resultar
de esta nube de problemas,
perdiendo el tiempo en soluciones perfectas,
ya no mires hacia atrás
Grita mi nena, no me deja volar... en paz:
cuantas veces te volverás a armar y desarmar,
quizás el tiempo me pueda ayudar a entender
a esas cosas que el olvido jamás podrá olvidar.