Cogi mis ganas y mi guitarra
y me dispuse a andar,
perdido por Madrid El Grande, y era la capital,
con una mochila en el hombro,
y con dos trocitos de pan
los walkman una cinta de Triana
con el tema Sé de un lugar.
Me puse una chupa de cuero
pa parecer más rockero.
Era aquella típica estampa
de aquel niño quinceañero.
Aquel que juraba a sí mismo
que levantaria su vuelo,
y a mi lo que en verdad
me gustaba era sentirme flamenco.
Con mucha mierda en los zapatos
y muy corto de pelas,
entré en un bareto algo extraño
llamado Candela.
Bajé unas escaleritas algo estrechas
y me encontré con una cueva
y me vi de momento de movida
con flamencos de juerga.
Con mi guitarra de cuatro cuerdas
y con medio vacilón
J.B. por todas las mesas
y era mi presentación.
Los nervios a mi no me molestan
porque de esto se un monton.
Mi alma es de rockero
y qué metido entre mi piel
corazón flamenco
de la cabeza a los pies. (BIS)
Que e dejaron a las 9 la mañana
ya iba de pesao.
Termine en la estación de Atocha,
en un banco tirao,
la mochila de almohada
y la guitarra en el costao
y una fatiga dobles
en mi cuerpo
de flamenco resacao.
Estaba en lo mejor del sueño
y escuchaba una voz
ya mismo carretera y manta,
era el revisor.
Se sentó junto a mi lao
y en voz baja preguntó,
si sabia algunos de los temas
que cantaba el Camarón.
Y por la cuenta que me trae,
si me quería volver a acostar
y tendre que hacerle un temita,
y aunque lo tenga que inventar
y alli como un pringao
pa que me dejara en paz.
Mi alma es de rockero
y qué metido entre mi piel
corazón flamenco
de la cabeza a los pies. (BIS).