Aquí está la historia
a quien quiera escuchar,
es la triste historia
de quien quiso regalar
la luna sin preguntar.
Cuántas veces tenía una razón,
cuántas veces... fueron dos.
Lágrimas no brotan
si uno no quiere llorar,
más, el tiempo pesa
y uno no puede olvidar.
El día ya se ocultó.
Si el otoño no te quiere dejar,
el invierno llegará.
Y aquí, en la noche,
no encuentro lugar donde descansar,
y aunque lo intente,
palabras sin nombre.
Cuántas veces tenía una razón,
cuántas veces... fueron dos.
Si el otoño no te quiere dejar,
el invierno llegará.
Y aquí, en la noche,
no encuentro lugar donde descansar,
y aunque lo intente,
palabras sin nombre
(BIS*).