I
EL NIÑO DE LA VIRGEN
TIENE SUEÑO,
Y LA MARISMA LO ARRULLA,
TIENE QUE DORMIR,
QUE SUENEN DULCE LA FLAUTA Y EL TAMBOR,
NANAS ROCIERAS
PARA EL PEQUEÑO PASTOR,
CON SU MADRE ESTÁ
A LA SOMBRITA DE UN VERDE PINAR,
SUEÑOS DE CAMINO
DE CARRETA Y DE HERMANDAD,
Y SUEÑA TAMBIEN
CON UN PAR DE BUEYES
PA PODER JUGAR
SIENDO BOYERO DE LOS CAMINOS,
EL NIÑO DORMIDO ESTÁ.
II
EL NIÑO DE LA VIRGEN SE HA DORMIDO,
ANDALUCIA LO MECE;
SUEÑA GALOPAR,
CON UN POTRILLO, LA RAYA REAL,
Y ENTRE PEREGRINOS
LOS CAMINOS CRUZARÁ;
Y PODER BAILAR
BAJO LA NOCHE Y EN UNA PARÁ,
UNA SERENATA DE ROMEROS
DISFRUTAR,
CANTAR Y CANTAR,
COMO LE CANTARON,
DESDE QUE NACIÓ,
LA BUENA GENTE,
QUE SIEMPRE LLEVA,
ROCIO EN SU CORAZÓN.
III
AL ALBA, ESTAN TOCANDO LOS TAMBORES,
AL ALBA DE LA MAÑANA,
VIVA LA ILUSIÓN,
GENTE QUE CORRE DE AQUI PARA ALLA
NACE UN NUEVO DIA,
DE ALEGRIA Y DE HERMANDAD.
SUENA UN REPICAR
DE CARRIOLAS, CABALLOS, CHARRES,
Y BLANCAS CARRETAS
Y PEREGRINOS DE A PIE.
Y EN EL CIELO HABRÁ
MILES DE COHETES
QUE DESPERTARAN
AL PASTORCITO, QUE ABRE LOS OJOS,
LLENOS DE FELICIDAD.
IV
EL NIÑO DE L AVIRGEN SE DESPIERTA
Y SE VA CON SU REBAÑO.
LLEVA EN EL ZURRÓN
UNA FLAUTILLA QUE LE REGALÓ
UN VIEJO ALMONTEÑO
QUE LA HIZO CON AMOR,
Y SABE TOCAR
UNA COPLILLA QUE SE LA ENSEÑÓ
CURRO EL MANRIQUEÑO
TAMBORILERO DE DIOS.
Y AL PONERSE EL SOL,
VUELVE PA SU CASA
BLANCO PALOMAR
DONDE LA REINA DE LAS MARISMAS
ROCIO, TIENE SU ALTAR..